martes, 20 de abril de 2010

Marco Aurelio, el sabio.

"La vida de un hombre es lo que sus pensamientos hacen de ella."

1889 años del nacimiento de un grande en la historia del Imperio Romano. Fue el último de los llamados Cinco Buenos Emperadores y es considerado como una de las figuras más representativas de la filosofía estoica.

Logró introducir notables reformas e innovaciones en la administración pública, instituyendo reformas legislativas, como el reconocimiento del derecho natural en el ámbito hereditario, el mejoramiento de las condiciones de los esclavos y la creación de fundaciones a favor de la infancia.



Durante su reinado, tuvo que hacer frente a toda clase de adversidades internas: una plaga de peste que asoló el mundo occidental y mermó su población; grandes inundaciones sobre Roma que provocaron una gran hambruna que Marco Aurelio afrontó vendiendo las joyas reales para aliviar los padecimientos de su pueblo; traiciones internas como las de Aviudus Cassius. En cuanto a problemas externos: la paz romana, se vio amenazada por diversas tribus, para lo cual se empeñó en un inmenso esfuerzo para preservar los confines del Imperio. En el 166, el tratado de paz firmado con los Partos, con la anexión de parte de Mesopotamia, creó una situación de tranquilidad en Oriente.

Este emperador con alma de filósofo y voluntad inquebrantable, lejos de la avidez del poder y debido a su natural inclinación a la meditación y al aislamiento, entendió su cargo político y militar como un deber ineludible. Tenía una profunda conciencia de su particular deber como filósofo y de que el destino le había brindado la oportunidad y el momento adecuado para desempeñarlo. Su calidad humana se aprecia en su obra que transmite el fruto de sus meditaciones hechas en soledad y que representa el mayor código moral de la antigüedad en el que resplandecen virtudes como la ecuanimidad, la piedad y la tolerancia: Marco Aurelio piensa que la humanidad es una, y que su bien reside en el triunfo de la justicia, la más antigua de las divinidades y, al mismo tiempo el fundamento de toda virtud.



"Acuérdate en adelante, cada vez que algo te contriste, de recurrir a esta máxima: que la adversidad no es una desgracia, antes bien, el sufrirla con grandeza de ánimo es una dicha."

Para más información sobre Marco Aurelio:

http://www.nueva-acropolis.org.ar/Marco-Aurelio.383.0.html
http://www.artehistoria.jcyl.es/historia/personajes/4509.htm
http://www.biografiasyvidas.com/biografia/m/marco_aurelio.htm

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